- 1/2 lt. leche
- 30 gr. mantequilla
- 30 gr. harina
- Sal, nuez moscada y pimienta
Preparación:
Derretimos la mantequilla en un cazo, a continuación añadimos la harina y retiramos el cazo del fuego para elaborar la mezcla intentando disolver todos los grumos que aparezcan.
Introducimos en el cazo un poco de leche previamente calentada y mezclamos rápidamente hasta que consigamos un compuesto denso. Volvemos a poner el cazo al fuego y añadimos un poco más de leche. Removemos la mezcla con la ayuda de unas varillas; cocemos a fuego lento durante unos 10 minutos. Conforme la leche sea absorbida, vertemos más cantidad hasta acabar con ella. Para que quede cremosa, no dejar de remover durante toda la cocción.
Añadimos la sal, la pimienta y la nuez moscada y retiramos el cazo del fuego.
La bechamel nos puede servir como base para gran cantidad de platos y dependiendo de la receta, podemos elaborarla más densa o más ligera; para ello basta con aumentar o reducir la cantidad de harina y de leche.
También le podemos añadir un poco de perejil picado.
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