Desde hace algún tiempo y sin pandemia,(como ya no somos niños) esperábamos a los Reyes Magos despiertos.
Hay que cocinar una rica cena, preparar la mesa y encender el fuego en la chimenea; fuera siempre hace frio, incluso nieva como este año.
Finaliza la cabalgata y sus Majestades van llegando cargados con los roscones.
Se cena entre risas y bromas finalizando con un buen postre casero, café, chupito y copa; todo acompañado de los tradicionales dulces navideños.
La noche pasa rápidamente entre conversaciones “transcendentales” y juegos varios que ponen a prueba a los perdedores.
Llega la hora de la despedida, pero “hace tanto frio fuera” que mejor nos tomamos un chocolate bien caliente y degustamos esos magníficos roscones.
Ahora sí, no podemos demorar más su partida. Y poco a poco van desfilando la familia y los amigos que nos han acompañado una noche más, ellos son los auténticos Reyes de noche.
Gracias a todos por vuestra compañía año tras año, es el mejor regalo que podemos desear.
De maravilla!!!
ResponderEliminarExcelente!!!
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